sábado, 1 de agosto de 2009

50 AÑOS DE ETA

Este viernes se ha cumplido cincuenta años de la creación de la banda terrorista ETA. No sé si en aras de celebrar dicho aniversario o simplemente cumpliendo con su fin, “sembrar el terror en la sociedad española”, este pasado Miércoles de madrugada, ETA ha hecho estallar más de 200 Kgs. de explosivos en una casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos donde dormían; hombres, mujeres y niños. Familias en definitiva. Según los medios de comunicación, unos 41 niños dormían plácidamente en su hogar, cuando estalló el explosivo alojado en una furgoneta colocada en la espalda del edificio, a dios gracias, ya que la explosión dañó de forma considerable al edificio dejándolo prácticamente en su esqueleto, pero la parte más dañada por la explosión no era donde estaban situados los dormitorios, ya que éstos están situados en la parte delantera del edificio y la furgoneta estaba situada en la parte trasera. Otro hecho afortunado, fue el que los terroristas situaran la furgoneta bomba sobre suelo de arena, haciendo que éste al estallar, la arena actuase de colchón. El impacto hubiese sido mayor de haber estado ésta situada sobre asfalto. Gracias a dios, no lo hicieron así.

Más de sesenta (60) heridos produjo tal explosión. Ninguna víctima mortal que lamentar, pero familias, mujeres “alguna embarazada” y niños, fueron sacados de sus casas por la acción de estas alimañas.

Pero el daño no acabaría ahí. El día siguiente, jueves, ETA volvía a atentar contra otra casa cuartel en Palmanova (Mallorca), causando dos muertos. Dos defensores y veladores de los ciudadanos eran abatidos usando una bomba lapa en los bajos de su coche patrulla. En el cuartel no había cámaras de seguridad como suele haber en cualquier empresa privada en estos tiempos que corren, tampoco inhibidores de frecuencia –que son unos aparatos que evitan contacto por control remoto, incluso la cobertura en teléfonos móviles. Los cobardes de ETA volvían a intentar una masacre, y esta vez se cobraban la vida de dos Guardias Civiles. Falta de medios técnicos en ese acuartelamiento, pero los medios humanos se doblegaban enfundados en un uniforme verde. El de la Guardia civil.

La reacción al atentado en la casta política, ha sido la de siempre. Condenar –como no puede ser de otra forma- tan vil acción y anunciar a los ciudadanos que el estado de derecho dará cuenta a estos asesinos. La reacción de la sociedad ha sido la que se esperaba, aunque hace años, ésto no se producía así. Hemos apoyado a los Guardias Civiles y pedido ciertos ciudadanos en algunos casos, la pena de muerte para esta basura. En otros, la cadena perpetua. Cuando ocurre este tipo de sucesos, siempre si abren los mismos debates, que si pena de muerte ó cadena perpetua, pero lo que está claro es que la sociedad y su ciudadanía está harta de ver como estos desalmados asesinan y después en la cárcel, festejan cada atentado que cometen sus camaradas. Lo hacen porque saben que cuando cumplan su condena, quedarán en libertad y mientras estén en la cárcel estarán a cuerpo de rey, sufragados por la banda terrorista. La sociedad española está cansada de ver como un De Juana Chaos pedía que le llevarán marisco tras las muertes del concejal de Sevilla Jiménez Becerril y su esposa, o de cómo ayer mismo, los reclusos etarras sonreían desafiantes en el patio de la cárcel, según decía algún que otro funcionario de prisiones.

Pero lo cierto, es que ocurrirá lo de siempre. Estos dos héroes que han dado la vida por nuestra libertad terminarán siendo recordados dentro de unos días tan solo por sus familiares y amigos, la sociedad olvida pronto, los políticos más aprisa aún. En un mes, no recordaremos sus nombres, ¿verdad? Pero la novia de Salvà, uno de los guardias civiles asesinados, aclamó a grito pelao; por justicia, y en un grito resquebrajado que me llegó a las entrañas, el cual pude oír por radio, dijo; que le “habían quitado lo que más quería”. Ella no le olvidará.

Pero seguirán personas como Iñaki Oyarzabal, Secretario general del PP Vasco, defendiendo el término Euskal Herria siendo y teniendo éste las connotaciones políticas que todos conocemos. Mismo infundio que lo de los países catalanes. También seguiremos viendo a los terroristas gobernando ayuntamientos del País Vasco enfundados en unas siglas políticas pero que llevan en el reverso la marca ETA, son ANV. Los marbelleros vimos como un gobierno central disolvía un ayuntamiento por simple corrupción urbanística. Vimos el ayuntamiento de Marbella ser disuelto y gobernado por una gestora, porque el equipo de gobierno de este ayuntamiento se llevaba el dinero de los ciudadanos y de los empresarios que querían construir en la ciudad calentito. Sin embargo los ayuntamientos gobernados y financiados con dinero público, son gestionados por ETA. El dinero de los contribuyentes sirve para financiar a la banda terrorista, y mientras tanto, nuestro gobierno central, sigue contemplando, la luna de París.

La ETA hay que erradicarla desde sus propias raíces y hasta la cabeza. Esta sociedad quiere ver como el aparato del estado de derecho le corta la cabeza a la serpiente ETARRA y la aplasta con su pie contra el suelo. Hemos de empezar por las escuelas donde los nacionalistas por muchos años han acampado a sus anchas, enseñando una historia y haciendo ya desde muchos años, una educación para la ciudadanía donde si no eres un buen nacionalista vasco, no eres un buen vasco, o mejor dicho, ni tan siquiera eres vasco. Cuando digo escuela, me refiero desde parvulitos hasta la universidad. Pero este año en el País Vasco, se ha abierto una puerta para alcanzar tal fin. Los vascos han votado una opción política para ejecutarlo. Espero que los políticos estén por la labor de realizarlo, aunque no confío lo más mínimo en que esto sea así. Lo siento, soy realista.

Mientras ETA escudada en ANV sigue gobernando en los ayuntamientos y el nacionalismo vasco siga intrínseco en las raíces de sus ciudadanos, “las Escuelas”, y un juez autorice actos conmemorativos a terroristas por parte de los pro-etarras, y un lehendakari que es denunciado por la propia Ertzaintza de privar a éstos de investigar y detener a terroristas de ETA, queda impune. Mientras que una sabandija como Arnaldo Otegui por las circunstancias del momento, sea calificado desde el gobierno central como hombre de paz, continuaremos llorando a las víctimas de estos asesinos. Eso si, por unos días porque la vida sigue para nosotros. Aunque el dolor siempre quedará en sus familiares y amigos, que serán los que habrán perdido a un hijo, una pareja, un hermano, o un amigo para siempre. Esta sociedad les debe mucho, muchísimo a esos héroes que sin pensárselo dos veces dan la vida por nuestra libertad. Por luchar contra terroristas que solo tienen aspiraciones totalitarias, marxistas-leninistas. De todos nosotros depende que ETA esté o no otros cincuenta años sembrando España de dolor o no. A todos esos héroes que guardan nuestra libertad y nuestras vidas, MUCHAS GRACIAS por tan grande sacrificio.

VIVA LA GUARDIA CIVIL

VIVA ESPAÑA.

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