domingo, 25 de enero de 2009

PROMESAS INCUMPLIDAS

En la pasada campaña electoral, vimos como el presidente del gobierno y candidato a las elecciones generales, José Luis Rodríguez Zapatero se jactaba de hacer promesas que algunos augurábamos muy difíciles sino imposibles de cumplir, sobre todo en el terreno económico. Fuimos calificados entonces como antipatriotas por el propio presidente por mantener dicho argumento. Vimos leyes nuevas como la ley de la dependencia, la cual garantiza ayuda a toda persona dependiente, aunque la ley haya sido aprobada sin tener un presupuesto claro para cumplirla. Se traspasó las competencias a las comunidades autónomas, es decir, se les pasó la patata caliente. Partida presupuestaría para estar en condiciones de cumplir la ley y llevarla a cabo, ninguna.

En un mitin en Dos Hermanas, Sevilla, prometió dos millones más de empleos si le daban el voto y su confianza para llevarlo a cabo en esta legislatura. Una apuesta muy atractiva y sobre todo esperanzadora, porque a todas luces se detectaba ya entonces que la tendencia sería la contraria. Pero no contento con ello, uno de sus eslóganes en campaña fue el de prometer conseguir el pleno empleo en España. No era un deseo, sino un compromiso, según el propio presidente. Pero la realidad nos dice que a día de hoy, y aún quedando tres años para finalizar la legislatura, España ya cuenta con un 14% en tasa de desempleo, y lo peor, es que sigue aumentando. Recientemente Europa ha dado unas previsiones económicas para 2.009 y 2.010 que el gobierno español continua por la labor de negar, rebajando levemente los números negativos.

Su plan en la campaña electoral, fue que España estuviese entre los países más importantes del siglo XXI, sin embargo, España ha perdido competitividad, había indicios y advertencias que decían que España perdería la denominación de AAA y convertirse en AA+ en el sector crediticio. Primeramente el ministro económico negó tal posibilidad, después cuando se ha cumplido finalmente la rebaja de AAA a AA+, el mensaje ha sido convencer a la opinión pública de que no pasaba nada, de que no tenía importancia. Sin embargo esto nos acarreará unas pérdidas importantes. Las agencias de noticias citan a un portavoz del Tesoro diciendo que según sus cálculos, el coste de la pérdida de ráting será de 170 millones de euros en 2010.

España no cree que Stantard and Poor's (S&P) rebaje el ráting de la deuda española a largo plazo después de que la agencia de calificación haya decidido colocarla en su lista de vigilancia con implicación negativa, dijo el lunes el Ministerio de Economía y Hacienda.

Según el diccionario español, mentir es decir lo contrario a lo que se sabe, cree o piensa. Una de esas famosas frases o eslóganes electorales de Zp fue que la verdad en democracia siempre se abre camino, y tiene razón, a las pruebas me remito. Como diría Abraham Lincoln; Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Recuerdo aquellas palabras del ahora ministro Pérez Rubalcaba en aquellos días tan tristes para todos los españoles, dónde nos decía que los españoles se merecen un gobierno que no les mienta. Pues aplíquense el cuento, no continúen diciendo que el consumo no se puede parar, haciendo un llamamiento a la ciudadanía al consumo. Son malos tiempos, son tiempos para ahorrar, ya dije en mi artículo en Marzo de 2.008, La Economía de las alegrias que el gobierno debía ahorrar el Superávit entonces existente para aliviar fiscalmente al ciudadano, pero lo malgastaron en promesas electorales, entonces había que ganar las elecciones, y no había crisis financiera ni de ninguna índole en España ni se la esperaba. A aquellos que dijimos que España no quedaría al margen de lo que acontecía a nivel mundial, se nos tachó como ya he dicho de antipatriotas. El gobierno gastó ese poco dinero y ahora tenemos déficit estatal, por lo que los ciudadanos somos los que deberemos pagar esa deuda. Cómo si no tuviésemos suficiente para llegar a fin de mes y pagar la costosa hipoteca.

Los políticos y los pañales tienen una cosa en común. Han de ser sustituidos regularmente y por las mismas razones. A este presidente y a su gobierno, a poder ser, más pronto que tarde.

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