sábado, 17 de enero de 2009

¡DÓNDE DIJE ACENTO, DIGO TONO!

Han sido otras las ocasiones donde se han acusado a dirigentes del PP de insultar a los andaluces en ciertas manifestaciones, un caso en concreto fue el de Ana Mato cuando tachó a los niños andaluces de analfabetos por estar a la cola del informe PISA, cosa que sucede, o las opiniones vertidas por el político catalán Alejo Vidal-Quadras sobre la figura política, que no personal, de Blas Infante en un programa de Tv. Las acusaciones de insulto en estos casos eran falsas. Sin embargo, esta semana pasada la Sra. Monserrat Nebrera perteneciente al Partido Popular de Cataluña tuvo unas desafortunadas palabras hacía la ministra de Fomento Magdalena Álvarez, por su “acento”, explicando que lo que había era una falta de comunicación ya que según ella era muy difícil entenderse con los andaluces. Puso como ejemplo el caso de cuando ella misma llamaba a Córdoba y desde algún hotel le contestan, se presupone que será el recepcionista de turno, ella sólo logra entenderse a duras penas. Todo esto quedó grabado en la radio del grupo prisa, cadena SER.

Cuanto más ha intentado excusarse o explicarse, más lo ha empeorado, ya que disculparse, que yo sepa, ni lo ha hecho ni parece que piense hacerlo. No seré yo precisamente un defensor de la ministra de Fomento, pues en mi opinión, en su gestión deja mucho que desear, y no sólo porque haya habido una nevada que nadie predijo, aún existiendo una Agencia Estatal de Meteorología, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que pagamos todos los españoles. Pero que a estas alturas vayamos a medir la capacidad o nivel intelectual de la ministra, si que es un chiste.

Sobre la ministra de fomento se puede hacer fuego sobre su gestión, pues hay mucha leña para ello, cualquier político que se precie y que esté por la labor de hacer oposición tiene el aval para ello. Pero no, la Sra. Nebrera, la que según decían algunos, era de la cuerda gallardonista o progre dentro del PP de Cataluña, carga contra una “compañera” no por ser una nefasta ministra, no por realizar una terrible gestión dentro de sus competencias, sino por tener un habla andaluz –ella misma lo es al 50% según declaró en un programa de Tv recientemente— por lo que menos aún se entiende su crítica. Tachó su “acento” de chiste, después rectificó argumentando que se refería al tono chulesco de la ministra. Después la calificó de “cosa”, qué feo y qué bajuno. Qué hubiésemos dicho si hubiese sido un hombre el que hubiese manifestado tales declaraciones.

Sra. Nebrera, miente usted, el audio de la cadena SER así lo demuestra. Precisamente yo soy recepcionista, hablo al cabo del mes con algún que otro cliente catalán, pero él me entiende a mí y yo a él, sin grandes esfuerzos ni extraordinarias proezas. Ambos lo hacemos SIEMPRE. Y eso sucede porque ambos tenemos necesidad de entendernos, es más, a mí me pagan por ello, a usted también. Qué bueno sería que el problema más grande que tuviera España fuese que un catalán y un andaluz no lograsen entenderse hablando español, pero no, le doy fe de ello. España tiene otros problemas inmensamente más graves que ése, y que usted como dirigente de un partido político tiene el derecho y la obligación de dar respuesta.

Unas palabras de disculpas, la aceptación de su error, serían suficientes para al menos mantener su credibilidad entre aquellos que le darán su voto.

Humano es errar, pero sólo los necios perseveran en el error. Marco Tulio Cicerón.

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