LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Estamos contemplando en estos días como la libertad de expresión está en entredicho. La casta política vuelve a imponerse a la sociedad y sus medios para expresarse, los cuales no son otros que los medios de comunicación, sin medios de comunicación libres no hay democracia. Hemos visto como les era denegada a la cadena Cope y Punto Radio licencias en varias ciudades catalanas a favor de un simpatizante de ERC, claro que ellos no irán en contra del gobierno en el poder, y eso siempre es de agradecer por parte de esta casta política que nos “dirigen”. Por otro lado, son paradójicamente los mismos medios de comunicación los que dan la callada por respuesta, claro que los no vinculados con el problema. Incluso oí recientemente al director del diario La Razón, comentar que esto era algo normal, que a veces unos ganan y otros pierden, y que en esta ocasión habían ganado unos en detrimento de otros. Pero el fondo del asunto es más grave que el conseguir unas licencias de radio, el cual no es otro que se pretenda silenciar a aquellos que son críticos con el poder en detrimento de la libertad de expresión y de los ciudadanos en general. La cadena Cope ha aireado últimamente gastos superfluos y desorbitados de la Generalidad y del presidente de su parlamento Ernest Benach, y esto tenía que conllevar, cómo no, pagar un precio.

Pero no pensemos que son cosas de los partidos de izquierda o de la derecha, cierto es que el gobierno de la generalidad creó en su día el CAC (comité audiovisual de Cataluña) más conocido como Comité Anti-Cope, que regula precisamente las licencias y por lo bajini, los contenidos de las emisoras de radio, censurándolas si la ocasión lo requiere. En esta ocasión, hemos visto como desde el CAC se ha negado la licencia a Cope en Lérida y Gerona con el beneplácito del consejero designado por el PP, porque éste manifiesta que los del PP a él no le tocan el pito y que no es un borrego de nadie.

La cuestión es que el poder político ejerce su fuerza para acallar a una emisora, por su línea editorial. Hemos visto en Cataluña en muchas ocasiones coartar las libertades de sus ciudadanos, aunque éstos o al menos la mayoría permanecen impasibles. Ahora por las leyes lingüísticas y la carga tributaria que obligan a los pequeños y medianos empresarios verse en la necesidad de tener que cerrar sus negocios o incluso trasladarlos fuera de la región catalana, por ser intransigente mantener sus negocios allí. No importándole a la casta política catalana la situación económica que todos atravesamos, anteponiendo su imaginaria nación catalana a los intereses de los catalanes.

Por otra parte, hemos visto como en un programa de la Tv pública catalana se metía en un cubo de agua un libro del escritor César Vidal, en un programa de libros, y que éstos denostaban lo malo que era, quedando impune. Pero peor aún es que días atrás, hemos visto a la ínclita Cristina Almeida decir en un acto de apoyo al juez Garzón, “como si los jueces necesitasen apoyos de personas famosas”, que cuando entra en el Corte Inglés y ve ese stand lleno de libros de gente como César vidal “como no”, Pío Moa, etcétera. Le entran ganas de quemarlos. Espero que no lo lleve a la acción, por el bien de El corte inglés y sus consumidores, sobre todo por las posibles consecuencias que puede tener un fuego en un centro comercial como ése. Yo de ser Isidoro Álvarez, prohibiría la entrada a la abogada en cualquier centro comercial. De todas formas me alegra ver que la camarada Almeida, solo habla de quemar libros, por el momento no parece pasársele por la cabeza instaurar ninguna checa, bueno al menos por ahora.

La izquierda intenta tomar el poder absoluto haciendo uso de las flecos que tiene la democracia, como siempre intentan gobernar no solo nuestro dinero sino nuestras vidas, de la cuna a la tumba. Mientras tanto la derecha vuelve a paniaguarse, D. Mariano parece haber entendido la táctica zapateril del talante como buena recolectora de votos, ya veremos qué ocurre, yo pienso que se está quedando más sólo que la una, pero eso las urnas lo dictarán. Tan sólo hay un partido político que parece estar dispuesto a dar la batalla, y eso porque sabe lo que es vivir reprimido y exento de libertad, el cual es Ciutadans de Catalunya, el cual ha convocado una manifestación para hoy en pro de la libertad de expresión. Pocos son para tan ardua batalla, aunque seguro que tras ellos seremos muchos los que lo apoyemos. Por la democracia, por la libertad.