sábado, 8 de noviembre de 2008

BARACK HUSSEIN OBAMA Jr

En primer lugar quisiera dar la enhorabuena al nuevo presidente de los EE. UU. por el partido demócrata, Barack Obama, tras el logro conseguido en las pasadas elecciones norteamericana.

He contemplado con sorpresa el tratamiento dado por nuestros medios de comunicación, dándole especial importancia al hecho de que el presidente elegido es de raza negra, y no por ejemplo a su preparación académica o a su experiencia para ocupar un puesto de tan alta responsabilidad. Muchos estaban a punto de rasgarse las vestiduras en espera de si Obama era elegido presidente o no. De serlo, significaba que los EE. UU. es un modelo de convivencia, incluso puede que un modelo a seguir, por el contrario de no hacerlo, significaría que eran los peores racistas que siempre les hemos achacado ser. Bueno, pues resulta que una vez más nos han dado una lección de libertad y democracia.

A mí me resulta muy paradójico, que éste sea el tema de debate en las tertulias que hemos podido seguir estos días tanto en radio como en televisión, en lugar de preguntarse si las medidas anunciadas por Obama durante su campaña para los problemas actuales son buenas o no. Lejos de ser algo más que una simple anécdota el color de la piel del nuevo presidente, por ser el primero afro americano, nada más. Todos hablan del ejemplo dado por el pueblo norteamericano, hemos podido volver a ver repetidas veces, la imagen de Martin Luther King diciendo su ya famosa frase “I´ve got a dream” tengo un sueño, según los contertulios alcanzado por el Sr. Obama rompiendo lo que ellos denominan una cuerda racial. Creo que se equivocan, ¿pues qué será lo próximo, vencer el machismo eligiendo a una mujer, o la discriminación eligiendo una persona con alguna minusvalía? Por esa regla de tres en España y medio mundo, somos racistas y machistas, cosa que no casa con la realidad. En EE. UU. un negro y una mujer han podido presentarse como candidatos por su partido a ser presidentes y ése es el dato a tener en cuenta. Eso es lo que personas como Martin Luther King consiguieron en su día y ha de serles reconocido, pero para ser presidente de la mayor nación del mundo, los EE. UU., o de cualquiera, se ha de ser algo más que negro, blanco, chino o mujer.

La verdadera igualdad se logrará cuando lo que observemos son las cualidades y las virtudes de la persona a elegir ó elegida, para ocupar un cargo como éste, sin mirar el color de su piel o su género. Un dato importante es que el 95% de los negros de EE. UU. han votado a Obama, no creo que haya que llamarles racistas a ellos por eso, ¿no? Los estadounidenses por otro lado, no han tenido perjuicios en votar a alguien quien su segundo nombre de pila es Hussein, con lo que ello conlleva. Vuelven a aleccionarnos una vez más sobre lo que es la democracia.

Sobre el nuevo presidente, creo que era el candidato menos malo, no por ello el más adecuado. Hemos podido ver populismo en sus mensajes, como esa frase que se me quedó grabada y que dice que esperaba que el pueblo votara por sus sueños y no por sus miedos. Yo personalmente jamás pondría en manos de un político la realización o alcance de mis sueños, pues como suele ocurrir siempre nos suelen fallar. Yo simplemente lucharía por alcanzarlos por mí mismo, pidiéndoles simplemente que no pusieran muchas piedras en mi camino, con eso, me conformaría. Por otro lado decir que los sueños pueden ser tan distintos y variopintos como personas habemos en el mundo.

La política no es ficción, así como tampoco un sueño. La política es realidad. Y ahí es donde se la juega un buen político. Sabemos que el Sr. Obama sabe ilusionar con sus palabras. Lo hemos visto en personas que al oírle, no eran capaces de contener las lágrimas. Pero lo que tiene que demostrar el Sr. Obama al igual que cualquier otro Presidente del Gobierno de cualquier otro país democrático del mundo, es que sabe gobernar y lidiar con los problemas y las circunstancias existentes a día de hoy. Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. Esta frase es de nuestro gran filósofo español, José Ortega y Gasset, espero que el Sr. Obama esté por ayudarnos a salvar las circunstancias que todos tenemos, tales como hipotecas, desempleo, etc.. y no se pierda en sueños, quizás inalcanzables, puede que incluso utópicos.

Lo verdaderamente importante en estos momentos es cómo piensa resolver los grandes problemas que atañe a su nación, sobre todo en el campo económico por la gravedad actual. Parece que aboga por medidas de intervención del mercado, receta la cual no suele dar un buen caldo. Pero como a todo político que comienza su singladura presidencial, hemos de darle la oportunidad de demostrar de qué madera está hecho.

Del Sr. Obama depende no solo la marcha de su país, sino que recae sobre sus espaldas la economía y la paz mundial. Esperemos que esté a la altura, pues este planeta necesita en estos momentos de un gran líder que de la cara frente a los problemas que nos afectan, el cual no es otro que el totalitarismo distribuido en distintas ramas. Él dice que sacará las tropas de Irak en los próximos dieciséis meses, no correrá tanto como nuestro Z, pero no para traérselas a casa, sino para dar la batalla a los talibanes en Afganistán. Espero que con Irán tampoco se ande con rositas, en principio quiere dialogar con ellos, bien me parece aunque creo poco probable que alcance ningún acuerdo. Espero que no le tiemble la mano a la hora de proteger no sólo al pueblo norteamericano, sino al resto del mundo. Desde este humilde rincón ideológico le deseo toda la suerte del mundo, porque la “vamos” a necesitar.

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