miércoles, 13 de enero de 2010

COMIENZA 2.010

Y las perspectivas no son nada halagüeñas. Dejado atrás los buenos deseos para el nuevo año, ahora hemos de mirar a la realidad de frente. Primeramente hemos de fijarnos en el “aseguir” del pasado año, aquí podemos quedarnos con algunos datos. El déficit del estado creció cinco veces el año pasado con el consecuente endeudamiento público, el cual más tarde o más temprano tendremos que hacer frente los contribuyentes claro, y puede que sus hijos y quién sabe si sus nietos.

El desempleo en España asciende al cierre de 2.009 a, 3.923.603 personas, más 1.400.000 en cursos de formación. Nadie da las cifras sobre cuántas personas hay inmersas en EREs temporales, de los cuales aunque éstos volverán transcurridos unos meses a sus puestos de trabajo, hoy se encuentran cobrando el subsidio de desempleo con el correspondiente cargo al erario público. En Andalucía, el paro registrado asciende al 21,95% cerrando 2.009 con 851.493 personas de un total de 3.878.700 personas activas. Habiendo aumentado el desempleo en términos porcentuales un 18,37% en este pasado año, este dato según el Ministerio de Trabajo e Inmigración.


Con estos mimbres, tras legislatura y media de gobierno socialista en España, se presenta el presidente del gobierno español en Europa para cumplir su mandato de turno durante los próximos seis meses. Rodríguez Zapatero, no sólo pretende sacar por sí solo a España del pozo económico, sino que se siente con la suficiente autoridad para liderar la recuperación económica también en Europa.


El primer paso del presidente ha sido reunirse con los que ha presentado como “comité de sabios”, de los cuales espera toda la ayuda para poner las recetas mágicas sobre la mesa que saquen no sólo a España, sino también a Europa de esta crisis económica y financiera. El lector pensará ahora que estoy de broma, pero no, los nombres de estas personas que parece deberán ayudar a Zapatero a sacar a Europa de la crisis son los mismos que tienen en su aval el haber alcanzado en sus mandatos en España tasas de desempleo del 20% y crisis económicas galopantes. Como se podrá el lector imaginar estas personas son; Felipe González, Pedro Solbes y el ex presidente de la comisión europea, Jacques Delors. Viendo a los técnicos a los que el presidente Zapatero confía la recuperación económica, sobran más comentarios.


Si alguien piensa que la austeridad será herramienta imprescindible en las medidas que presentará nuestro presidente español para sacar a Europa de la crisis, se equivoca. Y es que la primera medida del presidente ha sido la de gastarse 12 millones de euros –dinero que les habría venido muy bien a las empresas en forma de créditos para intentar salir de la crisis financiera, ó usar ese dinero para reducir los impuestos- en una página web para la presidencia española de la Unión Europea. Doce milloncejos o lo que es lo mismo, casi dos mil millones de las antiguas pesetas. Pero bueno, en este sentido los españoles tenemos experiencia y sabemos que a Zapatero no le tiembla la mano a la hora de gastar el dinero público, eso si, todo por el “bien común”. Pero de poco le sirvió el dinero “invertido”, ya que horas después de salir a la red la página http://www.eu2010.es, ésta fue saboteada por “Mr. Bean”. Lo cual dio origen a su cierre inmediato durante unos días hasta que las dificultades fueron subsanadas. Todo un ejemplo de buen hacer y de que el dinero empleado protegía la seguridad de la web en cuestión.


La realidad por cruda, es la que es. Y es que mientras en Málaga vemos como las empresas aumentan los concursos de acreedores –antigua suspensión de pagos- en un 525%, el Sr. Zapatero dice poder sacar no ya a España, sino a Europa de la crisis. Sin embargo, las perspectivas para la propia España no son nada buenas. Y es que personalidades como el ex ministro de economía argentino Domingo Cavallo –el impulsor del conocido y temido “corralito”-, ha advertido que la economía española corre el riesgo de argentinizarse, ahí es nada. El ex economista del FMI Kenneth Rogoff pronostica que al tiempo que la deuda pública continúe subiendo, igualmente así los tipos de interés, los españoles tendremos que enfrentarnos a unos impuestos mucho más altos. Por otro lado refiriéndome al empleo, nada menos que el número dos de la ministra Salgado, José Manuel Campa ha pronosticado que tardaremos al menos cinco años en alcanzar las tasas de desempleo de antes de comenzar la crisis. Es decir, que si alguien esperaba el pleno empleo como prometió con sus “motivos para creer” el presidente Zapatero en su campaña electoral, se dará de bruces con la dura realidad. FUNCAS “las cajas de ahorros” ha pronosticado sin embargo que no alcanzaremos esos niveles hasta dentro de una década. Se admiten apuestas.

Y es que en Europa más que el gobierno de turno, somos el cachondeo de turno. En el importante diario económico británico The Economist, califican las iniciativas de Zapatero como; “Old spanish practices” viejas prácticas españolas, y subtitulan el artículo con un “España lidera ahora la Unión Europea, pero no con el ejemplo.” Por otro lado, el gobierno alemán le ha dicho al presidente español que consiga formar un plan europeo de crecimiento económico que sea real, y que tras evaluarlo los demás países, podrán empezar a hablar sobre posibles sanciones a aquellos que no lo cumplan.


Mientras todo esto cae, el presidente Zapatero se sorprende en una rueda de prensa ante la pregunta “incómoda”, de una periodista española -como si los periodistas no estuvieran para hacer preguntas incómodas- poniendo en duda su autoridad para solventar la crisis en Europa, cuando en España continuamos en recesión económica y la tasa de desempleo dobla a la media europea. Y es que hay mandatarios que se endiosan y no quieren ver que la realidad no es los sueños y esperanzas a los que ellos –algunos- adolecen.


Visto lo visto, 2.010 se presenta como el año agónico para los ciudadanos ante la crisis, y ahora que Rodríguez Zapatero preside Europa durante este primer semestre, solo me queda implorar; virgencita, virgencita, que me quede como estoy.

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