sábado, 17 de octubre de 2009

ABUCHEOS AL PRESIDENTE

Esta semana, hemos presenciado una vez más a través de nuestros televisores, la celebración del día de la hispanidad con el desfile militar del 12 de Octubre en Madrid. Una vez más como suele siendo ya habitual, el presidente de nuestro gobierno volvió a recibir abucheos y gritos del público pidiéndole que dimita, aunque en esta ocasión los abucheadores se encontraban algo más lejos, tras unas rejas de las que se suelen poner en las obras para prohibir el paso. Él se toma la crítica de forma burlesca, ya que lo denomina como que es algo que forma ya parte del “rito” según le dijo al alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón. Pero he de decir que los socialistas como siempre, han vuelto a salir de forma airosa, gracias a una oposición que parece dormida o anestesiada, más pendiente del caso Gürtel que inunda sus vidas de misería, que de hacer oposición. Y digo que salieron airosos, ya que en los medios de comunicación, en lugar de predominar el hecho de que había ciudadanos abucheando y pidiendo la dimisión del presidente, -aunque para la Vicepresidenta sólo se trate de la derecha más conservadora, la que estaba allí- lo que predominó en los medios de comunicación fue la conversación entre el presidente, la presidenta de Madrid, la ministra de defensa y el alcalde Gallardón.


Resulta muy paradójico oír la transcripción de la conversación entre Gallardón y el presidente, siendo Gallardón quién dictaba que no era el lugar apropiado para que el pueblo abuchease al presidente, ya que era un acto de estado y no de gobierno. Zapatero simplemente asentía y a su vez olvidaba que años atrás, él mismo usó un acto de estado según palabras del alcalde madrileño y asentido por el presidente del gobierno, para protestar por una política en concreto de una nación cuya bandera, desfilaba y que Zapatero despreció permaneciendo sentado a su paso siendo entonces líder de la oposición en ese mismo acto. Supongo que a Gallardón le gustaría llevar agrupar en un sitio en concreto a la ciudadanía para protestar, criticar, abuchear y a pedir lo que se le antoje siempre y cuando no tenga repercusión mediática, a poder ser, sin cámaras ni altavoces, vamos, sin luces y taquígrafos. Quedó patente la catadura de la casta política que nos gobierna, y a la que nosotros con nuestra dejadez y falta de responsabilidad hemos permitido comportarse y actuar así. Para rematarlo, salió a la palestra la Vicepresidenta primera del gobierno para tachar de; “la derecha más conservadora” a los ciudadanos que abuchearon al presidente del gobierno. Sin embargo, en la jornada de reflexión después del fatal atentado del 11 de Marzo de 2.004 calificaron a los energúmenos que apedrearon las sedes del PP como de “la expresión del pueblo”. El mundo al revés. Los que abuchean son extremistas y los que apedrean se expresan. Esto ocurre porque los socialistas no entienden que el pueblo pueda salir a abuchearles, a criticarles, tal como va a ocurrir hoy en Madrid en una multitudinaria manifestación contra la reforma de la ley del aborto. Pero han de irse acostumbrando, porque una sociedad que está desempleada, que no puede pagar sus deudas, que muchos van a perder su hogar y que la única preocupación del gobierno es gastarse el único dinero que nos queda en ayudas sociales mientras desatiende la incentivación para hacer que los empresarios creen empleo, subiendo impuestos y consiguiendo que muchos tengan que cerrar sus empresas y otras sean llevadas a otros países donde la carga fiscal no sea tan pesada, consiguen que la ciudadanía ó como les gusta llamarlo a ellos, el pueblo, salga a la calle y aproveche las ocasiones que les brinda actos donde cuenten con la presencia del presidente, para recordarle la nefasta gestión que ejerce y, qué es lo mejor que el presidente puede hacer por esta nación que tanto dice amar, DIMITIR.


Quiero terminar mi opinión de esta semana, pidiéndole una cita a la Sra. De la Vega para que me diga fecha, lugar y hora donde puedo ir a pedirle a “grito pelao” a Zetaparo que dimita. Después que me catalogue como mejor le parezca, la verdad, es que ya estoy acostumbrado. Pero los hechos son los que son, impepinables y ciertos. Zetaparo, dimite. El pueblo no te admite.

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