viernes, 26 de junio de 2009

EDUARDO ANTONIO PUELLES, ¿UNO MÁS Ó UNO MENOS?

Una vez más, los asesinos han actuado. Han vuelto a sembrar el dolor en la sociedad española, asesinando. En esta ocasión a un inspector de la policía nacional, Eduardo Puelles. Pero ante todo, a un español.

Una vez más, en esta ocasión hemos podido apreciar la buena voluntad de los políticos unidos ante el dolor, lanzando mensajes a la sociedad de que vamos a acabar con ellos, desde la unidad y la firmeza y otras frases de ese tipo. A los que somos escépticos como yo, no sólo tendrán que decírnoslo sino también demostrárnoslo. Y es que el nuevo gobierno autónomo vasco formado por el PSOE-E Y PP va aunando fuerzas para acabar con los que intentan coartar nuestras libertades. Pero el pasado inmediato nos indica ciertas cosas, porque la memoria aunque pueda parecerlo, no es tan sumamente frágil.

No es mi intención dar leña en este artículo, pero si recordar el pasado inmediato para saber quién nos acompaña en este viaje. Yo recuerdo que el actual Lendakari, Patxi López se sentó recientemente en una mesa a dialogar “quizás pactar” con Arnaldo Otegui (persona vinculada y perteneciente a la banda terrorista ETA) y Juan José Ibarretxe (Lehendakari de un gobierno que prohibía la lucha contra ETA a los ertzainas). Recuerdo a la madre de Joseba Pagazaurtundua Pilar Ruiz, reconocida socialista, decirle a Patxi tras ese encuentro; harás cosas que me harán helar la sangre. También recuerdo como Patxi, tras el atentado sufrido por Isaías Carrasco, concejal del PSOE de Mondragón, expulsaba del velatorio a Carlos Iturgáiz presidente del PP en el País Vasco de 1.996 a 2.004. Sólo por ser quién era.

Ese mismo Patxi es hoy el Lendakari. Es el que en estos días esta haciendo declaraciones como que juntos saldremos de esto, juntos acabaremos con ETA. En las pasadas elecciones, también decía que no podía existir un pacto entre PSOE-E y PP, pero que después, al ver que Ibarretxe no estaba dispuesto a soltar la poltrona para gobernar juntos, se abrazó al PP y a Antonio Basagoiti.

Viendo el bagaje, poca confianza nos puede infundir este señor. Pero yo sin dejar de ver lo que tengo delante, me quedo con estas últimas palabras de López, que eran y son, las que muchos mantuvimos durante mucho tiempo, y a los cuales se nos decía que hablábamos así porque temíamos que fuera un gobierno socialista el que hiciese que ETA desapareciese. Nunca hablaron entonces de derrotarla, no era políticamente correcto ni los tiempos aconsejaban tales propósitos. Ahora afortunadamente la cosa ha cambiado. Aunque, eso si, los asesinos han tenido que volver a hacer de las suyas para que nos demos cuenta que contra mentes cerradas a la democracia y al estado de derecho nada hay que dialogar, mucho menos negociar. Yo sinceramente creo que esto volverá a ser un espejismo, algo similar a lo que ocurrió tras el secuestro, martirio y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, donde toda la ciudadanía se unió sin mirar color político, porque todos éramos Miguel Ángel, para después dejar que todo volviese a la normalidad, o mejor dicho, a lo anormal.

Esta semana pudimos oír decir al Lendakari López, que Puelles murió por Euskadi y por los vascos y vascas. He de rectificar al Sr. López, pues Puelles era un inspector de la policía nacional, y él se debía a los españoles, defendía la libertad y los derechos de todos nosotros, del conjunto de España, no sólo de los vascos, aunque eso aún parece lejos del alcance del vocabulario del nuevo Lendakari. Puelles defendía a los españoles y entre ellos, por supuesto, a los vascos, pero no sólo a ellos. También le he oído decir al hermano del inspector Puelles que su hermano era un gudari (soldado vasco) –palabra utilizada por los nacionalistas para definir a los terroristas de ETA- y desde el respeto, también he de corregirle. Eduardo Puelles era un policía nacional entregado a la tarea de defender nuestra libertad y por ello perdió la vida. Él pagó un precio caro, carísimo. No es mi intención –por si puede parecerlo- cargar contra el hermano de Puelles, eso está lejos de mi intención, pero si quiero llamar a las cosas por su nombre, porque después nos hacemos un lío, y ya no sabemos si vamos o venimos. También quiero decir que si Puelles fuese mi hermano, no sé qué diría, quizás eso o algo peor. Mi respeto más absoluto a las víctimas del terrorismo, porque si, Eduardo Puelles lo es, por supuesto es un héroe como todos los policías, guardias civiles, policías autonómicos y policías locales que se juegan el tipo cada día cuando salen a trabajar, y que algunos han pagado su dedicación, su vocación, con su vida. Así lo indicaba también su hermano, pero Eduardo Puelles ha sido víctima de esta barbarie, víctima de esta lacra.

Son sus compañeros los que están en la labor de vengar su muerte y la de los centenares de compañeros. Eso si, desde el estado de derecho utilizando las herramientas del que éste les provee. Esta semana hemos tenido la noticia de otra detención en Francia, se trata de los responsables de información de ETA. Una vez más se demuestra que podemos acabar con ellos desde el estado de derecho sin tener que ceder a sus chantajes, ni entrar a negociar con asesinos.

Por otra parte, y esto es lo más difícil. No se puede vencer a los etarras sólo desde la acción policial, sino también desde la justicia y la política la cual caminan intrínseca en esta lucha. Hemos de cortarles la financiación por la cual consiguen mantenerse en activo, tales como lo que ellos denominan “el impuesto revolucionario” el cual no es más que un vil chantaje a los empresarios y ciudadanos en general, usando el miedo y el terror para obtener dinero que financie sus fechorías. Y por otro lado, cortarles la parte creo más cuantiosa, la financiación por parte de la ley de financiación de partidos políticos y que ETA termina usando siempre aún a sabiendas de quienes son. Caso como el de ANV en las pasadas elecciones municipales donde consiguieron gobernar hasta en 43 ayuntamientos, o en estas pasadas elecciones europeas donde se presentaron con la sigla de II (Iniciativa Internacionalista) la cual no consiguió gracias a dios ninguna representación. Pero los terroristas aún siguen gobernando en los ayuntamientos aún habiéndose declarado su formación (ANV) ilegal por parte del Tribunal Supremo. Son éstos mismos los que gestionan las ayudas que llegan a sus ayuntamientos gracias al PLAN-E. En democracia hemos visto como un ayuntamiento era disuelto tras detectarse una trama de corrupción denominada Malaya, como no, estoy hablando del Ayto. de Marbella, el cual fue disuelto por el gobierno central por una trama de corrupción. Y yo me pregunto, ¿Si se puede disolver un ayuntamiento e imponer una gestora por un caso de corrupción, no se puede disolver por ser un terrorista quién lo gobierna? La respuesta es obvia, pero el gobierno sigue morcilleando. Necesitamos una acción política ya. Los españoles hemos visto en épocas pasadas como se puede asfixiar a los etarras tanto policial, judicial e institucionalmente. Ésta y no otra es la única forma de derrotarles, ¿Estamos por la labor o esperaremos a que pasen 72 horas para volver a la anormalidad? ¿Queremos de nuevo que llegue el olvido?

Patxi López dijo; le vamos a enseñar el camino de la cárcel. Me recordó a ese otro gran héroe que también fue víctima de los asesinos, Gregorio Ordóñez (teniente de alcalde del ayuntamiento donostiarra y diputado del parlamento vasco por el PP) el cual fue asesinado con varios tiros en la nuca, el cual dijo; lo único que hay que negociar con los etarras es el color de los barrotes de la cárcel.

Ayer oí decir a Patxi López que en los próximos presupuestos no habrá partida presupuestaria para los familiares de etarras. Ellos tendrán que costearse los desplazamientos para poder ver a sus hijos, a esas alimañas asesinas que hasta ahora cubría el gobierno vasco, otorgándoles subvenciones con los impuestos de todos. Éste es un primer paso, ahora estaremos atentos a los cambios que se produzcan. Ojala Patxi consiga mi confianza, ojala entre todos acabemos con esta lacra que ya ocupa gran parte de nuestra historia. Ojala Zapatero pase a la posteridad por ser el presidente de gobierno que dio la puntilla a la banda terrorista ETA. Mientras tanto, observaré qué va sucediendo, porque de esperanzas no vive el hombre, y de momento, en este tema, es lo único que tengo.

Quiero terminar estas reflexiones, transmitiendo desde aquí mi solidaridad y apoyo a los familiares de Eduardo Puelles y a todos los familiares de víctimas del terrorismo. Porque ellos somos nosotros, y su dolor es el nuestro. Cualquiera de nosotros podría ser uno de ellos. Por lo tanto en este tema, todos somos uno.

Eduardo Puelles, espero que sea uno menos y no uno más en esta lucha. De todos nosotros dependerá que así sea.








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