sábado, 4 de octubre de 2008

¿LIBERALISMO Ó INTERVENCIONISMO?

Estas últimas semanas se achaca mucho la culpa de la crisis económica que nos azota al libre mercado, muchos negaban la crisis antes del verano y ahora la excusan en él, culpan al neoliberalismo ó capitalismo. Craso error.

Hace dos semanas creo recordar, achacaba desde este diario en mi artículo de la cuna a la tumba y 2 a la falta de responsabilidad en general de esta sociedad hedonista, culpan al sistema cuando la culpa es de nadie más que de ellos mismos. Son muchos los que creyendo que la bonanza económica duraría toda la vida compraron pisos muy por encima del precio que se podían permitir realmente, con la idea de que si la cosa se ponía chunga, siempre podrían venderlos e incluso sacarle rendimiento. Si a cualquiera de nosotros nos hubiesen dicho en la Marbella de los 90, “incluso con Aznar ya en el poder” que justo al entrar en el siglo XXI un trabajador corriente se iba a poder permitir comprar un piso de 40.000.000 de las antiguas PTAS, habríamos pensado que el que lo decía estaba loco, o que un mundo utópico había nacido ante nosotros.

Pues sin ningún mundo utópico fue posible, un trabajador ha comprado pisos a 40.000.0000 de Ptas. en estos últimos años. Ha sido capaz de adquirirlos con una hipoteca a 40 años y bajo una cuota de 800€ ó 133.109Ptas. con un tipo de interés del 3 ó 4%, hoy situado ya casi en el doble. Todos pensaban que como todos lo hacían pues bien hecho estaba, aunque la realidad pintaba bien distinta, ahora ven que sus pisos incomprensiblemente están devaluándose y lo peor es que ya no ganan el sueldo que ganaban estos años atrás, bien por ellos mismos, bien por la aportación de su pareja, la cuestión es que ya no pueden hacer frente a semejante deuda contraída, todo esto sin contar con las ampliaciones de hipotecas realizadas para poder conducir coches de muy por encima de sus posibilidades también, es decir de alta gama, o simplemente llevar un tren de vida superior al que bajo su condición podía permitirse.

Lejos de auto culpabilizarse por la irresponsabilidad cometida, muchos le echan la culpa al sistema o al neoliberalismo, que precisamente en España brilla por su ausencia. Fueron muchos, gobierno incluido, los que negaron la crisis económica ya existente muchos meses atrás, después dijeron que aquí no llegaría “porque eso era un problema exclusivo de EE. UU.”, para posteriormente decir que aquí nos cogería preparados y en nuestro mejor momento para hacerle frente. Pues ni lo primero, ni lo segundo, ni lo tercero.

España es el país de la Unión Europea que más desempleo genera en estos momentos, mientras que con el gobierno del PP era el que más empleo creaba. Resulta también paradójico que precisamente en EE. UU., ese indicador no haya variado debido a esta grave crisis y a nosotros si.

Las políticas o economías liberales son las que más proyección y bienestar han creado en todo el mundo, no sólo en los EE. UU. sino también en Europa, el liberalismo no es algo tan común en Europa, aunque poco a poco vayan viéndose flecos del mismo.

Ahora se saca a debate si el modelo liberal es el apropiado o por el contrario lo es el intervencionismo ó keynesianismo. Todos sabemos del resultado del intervencionismo ó keynesianismo en nuestra historia, y todos sabemos que cuando se han liberalizado los mercados es cuando se ha producido una mejoría para los consumidores, claro ejemplo en España es el caso de la telefonía, que aunque ésta no esté liberalizada, fue privatizada abriéndose al mercado y todos sabemos de sus profundos efectos en la mejora en nuestras facturas y por lo tanto de nuestros bolsillos, aunque aún hoy seamos de los países europeos que más pagamos por tener Internet en casa y a una menor velocidad.

La regulación de los mercados no es mala, de hecho todo liberal abogaría sin problemas por la regulación en ellos, es decir, “marcar ciertos requisitos o normas para operar”, no confundirlo con la intervención sobre ellos. Intervenir el mercado es precisamente lo que ha ocurrido con la construcción en nuestro país, lleno de burocracia y de la dependencia al fin y al cabo del permiso de un político que es el que tiene la última palabra sobre dónde se construye y dónde no, o cómo.

El mismo EE. UU. pretende inyectar dinero, tras ser aprobado por su senado, a la crisis financiera. En mi opinión bajo un craso error, ya que esto sólo hará retrasar y empeorar la recuperación de la misma. Extrapolándolo a la medicina, podríamos decir que es como si a una persona que ha contraído el virus de la GRIPE le ponemos la vacuna en ese momento, esa vacuna tiene ya la GRIPE en si, por lo que no hará más que empeorar el estado del paciente, deberíamos habérsela puesto antes para haberlo prevenido de ella, pero no en el momento en que ya la tiene, por lo tanto alargaremos y empeoraremos la enfermedad. Pues precisamente eso mismo es lo que conseguirán nuestros políticos con esa inyección de liquidez al mercado financiero, alargar y empeorar la crisis, eso si, con la sana intención de paliar sus efectos cuanto antes, pero obteniéndose un resultado muy distinto y que después pocos estarán dispuestos a aceptar.

Hay que dejar que el mercado arregle lo que nosotros hemos estropeado irresponsablemente, y que los que imprudentemente se metieron en camisas de once varas por encima de sus posibilidades, ganando el doble de lo que normalmente ganaban años atrás, eso si, y no han sabido o querido ahorrar, habrán de rendir cuentas. No podemos pagar los que hemos sido prudentes los desmanes de los imprudentes o irresponsables. No falla el sistema (de hecho está reaccionando contra los desmanes y excesos acometidos), lo que ha fallado es el abuso por nuestra parte pensando que habíamos encontrado la quimera de cómo hacernos ricos en dos días y que llegásemos a pensar que podíamos ganar duros no a cuatro sino a dos Ptas.

Conocemos el resultado que produce la intervención en el mercado o la planificación del mismo, ruina total. También la del mercado libre, riqueza social, sobre todo para los ciudadanos de a pie. ¿Qué elegiremos? Como diría Milton Friedman, Free to choose (libres para elegir), por lo tanto nosotros elegiremos. Por el bien de todos, espero que nosotros y nuestros políticos tomemos la opción adecuada. En nosotros como soy una persona positiva aún confío en que tomaremos la opción adecuada, aunque mis ojos me dicen a la vista de últimos acontecimientos que simplemente nos dejaremos guiar por los que nos gobiernan, así que nos dejaremos arrastrar en su error con ellos. Como dice un amigo mío, tenemos esta crisis económica porque somos libres, y la libertad conlleva un precio, el de poder acertar o equivocarnos en nuestras decisiones. En Cuba no tienen estos problemas, porque allí no han tenido riqueza desde que Castro les gobierna. Su crisis es perenne.

Cualquiera de nosotros se rasgaría las vestiduras ante alguien que dijese que la solución a todo esto sería una dictadura. Sin embargo no nos parece mal entregar nuestra libertad al político de turno para que en espera de una falsa seguridad nos solucione la papeleta. Como dijo Benjamín Franklin;Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”. Yo diría más, según hemos visto en nuestra historia, cuando hemos elegido esta opción, siempre hemos terminado por perder ambas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La culpa de la crisis mundial es de Zapatero sin duda. Enhorabuena por su sesuda reflexión.

Anónimo dijo...

El último párrafo es genial. Deja ya los relativismos y desinhíbete. Quítate esa pesada máscara de hipocresía que tanto te lacera y difunde al mundo tu verdad. Repite conmigo
"Soy franquista, soy fascista, soy golpista, la democracia es mala, los rojos al paredón"... Ya está. Ves como es fácil, así te quedarás más tranquilo y todos sabremos a qué juegas.
La verdadera rectitud moral es ser consecuente en la vida con lo que se piensa y no relativizar el pensamiento para incrustarlo en un engranaje pseudodemocrático en el PP revestido de un neoliberalismo falaz.
Escribirías mejor si fueras tu mismo, porque discutir con alguien que no cree sus argumentos y que los utiliza para purificarse de demócrata es imposible.

Anónimo dijo...

Anónimo siento tener que terciar, pero se me hace sorprendente que para faltar el respeto como lo haces con tús divagaciones sobre lo que subyace en el interior de quien escribe este post, lo hagas bajo el manto del anonimato...

Mira de algún tiempo conozco a quien escribe, y te puedo decir que es puro de Raza; no tiene fascista ni en si ni en su casta, cosa que suele decepcionarme en los que como tú van otorgando las patentes democráticas y por ende las de "franquistas"... Hay suelo encontrarme con pasados azules, o bien de ellos mismos o de sus padres, y quizás en una deformación psiquiatríca lo que pretenden con sus dedos acusadores confundidos, no es más que ocultar sus traumas infantiles.

¿Es tú caso anónimo? Seguramente sí, pues pareces conocer bien que se esconde tras quien escribe y su dialéctica... ¿Muy acostumbrado por tú pasado o el de tú familia amamantada en el cómodo franquismo? Me basta con saber que no aceptas que haya quien no piense como tú, y ya de antemano sin conocer de nada a quien escribe, y bajo la pornografía del anonimato, lo retratas a tú imagen y semejanza. Seguramente tienes que ser lo mejor de tú casa, lumbrera...

Josemarbella dijo...

Anónimo 1,
Yo no culpo a Zapatero de la crisis mundial, es más, en este artículo no lo nombro ni una sola vez. Me dirijo al gobierno por haber negado que ésta siquiera existía, después de decir que a España no llegaría, para posteriormente anunciar que si, pero que si venía estábamos sobradamente preparados, y como es obvio ni lo primero, ni lo segundo, ni lo tercero. Va a tener vd. que ironizar algo mejor.

Anónimo 2,
Voy a tutearte ya que tú te das ese derecho conmigo, no sé si nos conocemos, como escribes encubierto en el anonimato, no lo sé. Mira, yo soy como soy, no hay trampa ni cartón ni máscara que me lacere. Ya uso mi blog para difundir al mundo mis opiniones e ideas sobre el mundo que nos rodea, las cuales no son otras que las que ves, aunque parece que a ti te gustaría que fuesen otras, puede que para excusar y poner al mismo rasero las tuyas con las mías, pero va a ser que no.

Por otra parte, no sé con quién estás acostumbrado a tratar, pero a mí no me trates como a un borrego, pues no lo soy. Puede que te guste adoctrinar, pero a mí no me gusta que me adoctrinen, además me ha cogido ya con una edad que esas prácticas conmigo no son fructuosas.

¿Quién te dice a ti que yo sigo al PP a pies juntillas? Te vuelves a equivocar, o quizás intentas poner en mi boca palabras o hechos que yo no he dicho o hecho. La SER se ha perdido a un buen analista político por lo que veo, porque no das una.

Por cierto, como bien ha detectado Laureada, ¿no serás tú de la escuela Cebriánica? Si hombre, esa que comía de la sopa boba del dictador, esa que levantó todo un imperio prisaico gracias a Francisco Franco, para después de muerto luchar contra él...

Sobre discutir conmigo, cuando quieras, sólo tienes que usar este blog. A poder ser sin hablar sobre mi persona que se me hace aburrido, si puede ser sobre ideas y si no es mucho pedir con argumentos, y ya verás si creo en los míos o no, pero al menos inténtalo hombre.

El debate mientras se mantiene el respeto y las buenas formas siempre es posible, te lo aseguro. ¿Serás capaz de llevarlo a cabo?

Sobre mi último párrafo, decirte que el totalitarismo que ciega tus ojos no te ha dejado ver más allá de lo que tenías delante. Vuelve a releerlo y verás cómo has metido la pata hasta el corvejón... Hablo de libertad, tanto en democracia como en economía.

Estimado Laureada,
Gracias por tus palabras, tú como yo identificas bien a estos personajillos. Me acusa de ser franquista, y yo nací en 1.972, me pilló algo joven para cogerle cariño al régimen, qué ridiculez ¿verdad? Pero bueno, tú y yo hemos oído las descalificaciones a nuestras personas como intento de argumento con el único fin de acallarnos, claro está que no somos del PP, pues no tenemos ningunos complejos y menos viniendo de los jaleadores de Stallin, el Ché o Castro. Qué paradojas tiene la vida, los fachas somos nosotros y los que nos mandan a callar o descalifican por el simple hecho de pensar como pensamos son ellos. El mundo al revés.

Estos repartidores de carnets de demócratas al más puro estilo Cebrian se defienden del pasado intentando ponernos a todos a su rasero, craso error. Y bueno amigo, solo faltaría que tuviese que hacer público mi partida literal de nacimiento para mostrar mi pureza, aunque agradezco tus palabras, pues tú me conoces bien, y sabes que lo que escribo aquí, es justo lo que pienso, sin trampa ni cartón, la hipocresía no es lo mío, puede que todo lo contrario, y a veces es lo que me pierde, pero al menos moriré tranquilo de haber vivido mi vida, una vida real, no como han de hacer algunos, que hacen de su vida una falsedad en pro de que no se les vea el plumero.

Un saludo...