domingo, 7 de septiembre de 2008

NUESTRAS MARAVILLOSAS INSTITUCIONES

No se da uno cuenta de cómo funcionan nuestras instituciones hasta que te toca hacer uso de ellas. Ya sabía por lo que escuchaba de allegados y conocidos del mal funcionamiento de las mismas, sobre todo de lo lento que funcionan, aunque no imaginé que fuera para tanto. A cualquier hora en cualquier institución, sea la seguridad social, policía para temas burocráticos como la obtención del D.N.I. ó simplemente el registro civil, es una osadía conseguir lo que necesitamos, sobre todo cuando no se conoce el funcionamiento “actual” de ellas.

Primeramente, vaya uno al INEM, Seguridad Social, Policía o como me pasó a mí al Registro Civil, has de ir como mínimo antes de las ocho de la mañana para conseguir el número correspondiente de Atención al Público para ser atendido. Yo cometí la imprudencia o la torpeza, de llegar al registro a las 11.00 de la mañana, fui a coger un número y observé que no quedaban. Me acerqué a informar a la señorita que atendía el mostrador pensando que se habían terminado por el gran número de personas que había allí sentadas esperando pacientemente su turno. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo que si no quedaban números entonces en ese día no se me podía atender. Le dije que cómo podía ser, si era una hora prudente en la mañana y que yo necesitaba la partida literal de nacimiento para la obtención del D.N.I. para mi hija. Su respuesta fue que ellos ya habían entregado por la mañana cincuenta números y que lo sentía, pero no se me podía atender. Mi indignación llegó a los cielos, preguntándome cómo podía pasar eso, le dije que si había tanta demanda, por qué no reforzaban la plantilla, que cómo teníamos que pagar los ciudadanos las imprevisiones y la mala gestión de los de siempre. Las personas allí sentadas esperando su turno asentían con sus cabezas, la mayoría de ellos inmigrantes, pero no por ello marcados a ser tratados como borregos, al igual que los españoles, porque eso si, al menos gracias a dios, no hay distinciones, somos tratados todos con igual insignificancia.

Mi indignación iba en aumento, y fue cuando solté aquello de, “esto es peor que Venezuela” cuando una señora de mediana edad, con acento latinoamericano me contestó un “tienes razón mijo”, pero es lo que hay, somos muchos, y la atención escasa. La respuesta a todo esto de la funcionaria del Registro fue un “yo no puedo hacer nada”. Por lo que no tuve más remedio que marcharme y volver al siguiente día, a las 09.00, hora de apertura del Registro Civil, recogí mi número y casi una hora después fui atendido.

Cuando pasé por Comisaría para informarme de cómo obtener por primera vez el D.N.I. para mi hija, también fui informado de que debía personarme antes de las 08.00 de la mañana para coger número porque después se acababan y no había manera de ser atendido tampoco. Como dijo aquel, “manda güevos”.

Pues el viernes tal y como me avisó el agente de policía, me levanté a las 07.15 (aún estando de vacaciones) y junto a mi hija de diez años me dispuse a acudir a Comisaría con la intención de dejar el tema zanjado. Al llegar, observé como se estaba formando una cola de personas delante de la misma puerta, pregunté si era la cola de los D.N.I´S, y el último señor que estaba esperando, también latinoamericano me dijo amablemente que no, que lo de los D.N.I´s parecía que se había averiado la máquina y que ese día no se hacían. Primeramente me dije, no, no puede ser, entré en comisaría y estaban los agentes se ve que en el cambio de turno, y disfrutando de un cafelillo de máquina, cuando le pregunté precisamente al mismo agente que me informó anteriormente de los requerimientos que necesitaba, si daban los números para el D.N.I.. Me dijo que no, que había un papel informativo en la puerta diciendo que la máquina se había averiado y que ese día no se hacían. A mi pregunta entre risas de, ¿Para cuando estará arreglada? Me respondió primeramente con una encogida de hombros, al ver que yo empecé a reírme ya a mandíbula batiente ante lo que mis ojos estaban viendo, (maldita la gracia que tiene y menos a esas horas) el agente me dijo un poco sorprendido por mi actitud que como mínimo hasta el lunes, pero que no me garantizaba nada. Le di las gracias y me dispuse a abandonar comisaría. Mi hija me recriminaba un papá, cállate y no digas nada. Yo le contesté, tranquila cariño, qué voy a decir, ¿no ves que ese señor tiene una pistola en el cinturón? Ella se dio cuenta que ya me lo estaba tomando a broma, y es que no te queda otra que eso, y comenzó a sonreír también.

Sospechaba del mal funcionamiento de las instituciones, lo del INEM es aún más penoso según me dicen amigos y familiares, pero no sospechaba que era para tanto. Nuestras instituciones nos tratan como a niños pequeños que debemos hacer lo que ellos ordenen y manden. Nosotros estamos a su servicio, no ellos al nuestro.

Esperaré al martes para ir a probar suerte de nuevo con el DNI, pensaba ir el lunes, pero me temo que pueda estresar un poco al agente y más a esas horas tan tempranas. ¿Tendré suerte el martes? Visto lo visto, cualquier cosa puede esperarse.

No hay comentarios: