UN CIUDADANO DE LAZCANO

El hartazgo, el chantaje sistemático, la violencia consentida y que te destrocen la casa dónde vives, y qué tanto trabajo cuesta pagar –más en estos días que corren- ha conducido a un ciudadano de Lazcano “maza en mano” a destrozar ante la mirada atónita de transeúntes y ertzaintza, una “herriko taberna”. Son muchos los ciudadanos que se han visto representados por este ciudadano, que tras efectuar dicho acto, pedía disculpas a sus padres por saber las consecuencias que esto le acarrearía, tanto a él como a ellos, no por el hecho en si, sino porque en ciertos territorios de España esas cosas se pagan caras.

Pero mirándolo fríamente, resulta increíble que no haya sucedido antes un episodio como éste. No es mi intención incentivar o alentar a la violencia como repuesta a nada, ni mucho menos, pero me sorprende como las buenas personas aguantan la falta de libertad, el acoso diario, que te incendien el coche o incluso la casa, y que la réplica sea la callada como respuesta. Supongo que este ciudadano de Lazcano, ha soportado antes de ver como le destrozaban la casa que tanto trabajo le está costando pagar “los chicos de la gasolina” como tan amablemente les denominaba el Sr. Arzalluz, otras provocaciones por parte del entorno de ETA. Teniendo que callar, luego otorgar, para poder vivir. También sorprende mucho que la Ertzaintza acudiese con tanta prontitud a la detención de tal ciudadano que en un ataque de ira, y de ver que el estado no hace nada por garantizar su seguridad y su libertad en un territorio tan hostil como es el País Vasco, decidiese “ponerlos en su sitio” y darles a probar su misma medicina, eso si, con consecuencias completamente distintas por lo que pudimos ver a las que suelen obtener los pro-etarras.

Es obvio que lo acontecido fue un arranque del ciudadano, del cual se sintió arrepentido tras ser detenido por los agentes regionales del País Vasco, pero que ha servido para ver que hay dos varas distintas de medir o de ejecutar la ley, y que mientras los pro-etarras acampan a sus anchas, otros que pueden ser catalogados igualmente de salvajes por el método ejecutado, si pagan por lo realizado.

Esta semana hemos visto la posibilidad de que las cosas puedan comenzar a cambiar en el País Vasco. Posiblemente la lehendakaritza sea por primera vez en democracia ocupada por un partido que no sea el PNV. Éstos se lo han tomado muy mal, apuntando al PSOE-e de dar un golpe institucional en caso de no conseguir sus pretensiones, que no son otras que seguir gobernando y que el PSOE acate sus imposiciones. Ahora se acuerdan de aquello que muchos hemos defendido, y que es que gobierne siempre la lista más votada. Se acuerdan cuando los desfavorecidos son ellos, nada dijeron en las pasadas elecciones de Galicia cuando gobernaron PSOE con el BNG sacando al PP del gobierno a falta sólo de un escaño para conseguir la mayoría absoluta. Pero la ley es la que hay, y las reglas del juego son las que son. El Sr. Urkullu ha retado en el día de hoy al PSOE, a pactar también con el PP en el resto de España. Desde luego el reto es inmejorable, a mí me encantaría verlo aunque dudo que suceda, pero a cualquier ciudadano que se precie de serlo le encantaría ver un pacto de estado entre PP y PSOE en los temas capitales. Sería una magnífica solución a muchos de los problemas que tenemos hoy en España, y que los nacionalistas están destruyendo con sus pretensiones independentistas, y los gastos que estamos pagando entre todos y que nos está llevando a la quiebra como País, como nación.

Me encantaría personalmente ver a Patxi investido Lehendakari con el apoyo del PP y los dos trabajando por la libertad, la seguridad y los intereses de los vascos y en definitiva de todos los españoles. ¿Un pacto de estado entre los dos partidos no sólo para Vascongadas sino para toda España? Por mí ahora mismo, aunque la realidad es la que es, y el PACTO DEL TINELL sigue estando vigente, y las palabras del Sr. Urkullu no son más que un órdago lanzado al PSOE, de lo que en los próximos días veremos la respuesta de Patxi.

Patxi López y Antonio Basagoiti se lo deben al pueblo vasco, a los españoles. Se lo deben al ciudadano de Lazcano para que no sea necesario tener más arranques que no conducen a nada.