LOS CHIRINGUITOS Y EL MEDIO AMBIENTE

Sorprendido y perplejo me he quedado ante la noticia de que el ministerio de Medio Ambiente pretende sacar a los chiringuitos de la arena, es decir, cerrarlos. En una crisis económica y de desempleo galopante, un mercado que abarca a unos veinte mil empleados en la costa malagueña entre puestos directos e indirectos, el gobierno quiere mandar a empleados y empleadores a la cola del INEM. Es lo que tiene el socialismo, intervención en el mercado, y como suele ser habitual, en detrimento del mismo y por lo tanto de los trabajadores.

Son muchas las familias que comen de este negocio, los chiringuitos están desde hace muchos años en la arena, llevo 36 años viviendo en esta costa y siempre los he visto allí desde que tengo uso de razón. Pero ahora, parece que es perjudicial para el medio ambiente que estén donde están y quieren retirarlos. Es un disparate que se pretenda su cierre, primero porque la situación económica actual en toda España y como no puede ser de otra forma en la Costa del Sol es nefasta, porque no sólo para hoteleros y hosteleros sino que para los mismos municipios son un reclamo para captar visitantes a la Costa del Sol, y porque la situación actual no está para inventarse gilipolleces como esta.

No está la cosa como para incrementar voluntariamente la lista de desempleados, y menos por ley. Sin embargo lejos de buscar una solución razonable para que estos negocios puedan estar legalizados y seguir generando ingresos, con el fin de que estos trabajadores puedan conservar su puesto de trabajo, el gobierno de España -en cumplimiento de la ley- va a contribuir a llevarlos al desempleo, salvando la mejor ayuda social que se puede otorgar a un trabajador, la cual no es otra que la de conseguir que no le falte un puesto de trabajo.

Zetaparo se está ganando este apelativo a pulso, son muchas las familias que están pasando por dificultades económicas insalvables, sin embargo, él es optimista y espera que suceda algo, porque él por lo que parece ser no piensa hacer nada, y cuando hace algo, por lo que vemos, sería mejor que se quedase quieto.

La temporada estival está a punto de dar su pistoletazo de salida con la llegada de la semana santa, son muchos los trabajadores que tienen puesta su esperanza en la venida de visitantes a la Costa del Sol en esta temporada para conseguir un puesto de trabajo, pero por lo que parece ser, en principio algunos perderán los suyos, por lo que seremos más los candidatos a ocupar los puestos de trabajo que la temporada alta pueda requerir. Será difícil que haya suficiente sitio para todos. Nuestro gobierno, en lugar de colaborar, tiende a empeorar la situación, eso si, dirán que lo hacen en beneficio de los ciudadanos. ¿Hasta dónde llegaremos? Hasta dónde ellos quieran llevarnos y nosotros lejos de reaccionar, hagamos oídos sordos y no le hagamos pagar por tales desmanes. Mientras tanto, mucha suerte a todos, la vamos a necesitar.