La hora de la verdad ha llegado. Los españoles votaremos el próximo domingo al nuevo presidente del gobierno, y los andaluces al próximo presidente de
Otros columnistas de este diario digital han escrito sobre a quién y por qué votarán al nuevo presidente del gobierno, uno de ellos nos dejó con la expectación de escribir otro artículo para decir a quién votaría para las autonómicas, espero que en esta semana nos lo vislumbre, porque después será tarde.
Supongo que no habrá dudas en aquellos que me seguís, sobre a quién daré mi confianza en las próximas elecciones, pero para aquellos que no me sigan les diré que votaré en las nacionales a Mariano Rajoy y en las autonómicas a Javier Arenas, y les diré por qué.
La mayoría pensarán; claro cómo no, si vota a Rajoy también vota a Arenas, es lo normal. He de decir que en las pasadas elecciones, voté a Mariano Rajoy y por Andalucía voté en blanco. Voté en blanco porque entonces aprecié que la entonces candidata Teófila Martínez no reunía las condiciones para dirigir el gobierno, aunque entonces ya creí que la alternancia era necesaria en el poder. Hoy creo que Arenas puede ser no quizás el mejor presidente para
Pasemos a D. Mariano. Muchas veces parece más socialista que el propio Rodríguez Zapatero, pero a Mariano Rajoy no se le puede negar que tiene “las ideas claras”. Como nos ha repetido hasta la saciedad, se presenta con corazón y cabeza, pero sobre todo lo que más atrae de él, es que es un candidato predecible y previsible. Es un hombre con unos valores y unos principios inquebrantables, ostenta una seriedad digna de cualquier persona respetable, y es en mi opinión el candidato idóneo a ocupar la jefatura del gobierno. Sólo hay que observar que la imagen del candidato socialista en política exterior es Mohammed VI y Hugo Chávez. La de D. Mariano como hemos visto recientemente es la de Angela Merkel y Nicolás Sarkozy. Rodríguez Zapatero Es Z, Rajoy Brey es D. Mariano. Son sólo detalles menores, pero con mucho significado para quien va a dirigir un país.
Es mucho lo que nos jugamos en estas elecciones, no es sólo la forma de gestionar un gobierno o una nación, ojala sólo fuera eso. Pero no, nos jugamos mucho más, nos jugamos que España siga siendo España, por encima de nacionalistas retrógrados y que nuestra nación procure ser una de las grandes naciones a la cabeza del mercado globalizado, que queramos reconocerlo o no, es el que gobierna hoy en todo el mundo y el que hace a las naciones prosperar.
En nuestras manos queda empresa tan importante, por eso, hemos de decidir si votar al Sr. Rodríguez Zapatero, y como nos dice él dejarle completar su segunda parte de su proyecto, aunque no se sepa bien a qué proyecto se refiere, pues nunca nos ha hablado de él. Sólo podemos fijarnos, en que hace tiempo en entrevista a la revista Marie Claire, declaró que su ejemplo a seguir es el de
Por el contrario tenemos al Sr. Rajoy Brey, el cual ha demostrado que se puede estar de acuerdo con él o no en sus ideas y planteamientos, pero que va de frente y no engaña a nadie. Cree en una España unida y fortalecida en un mundo globalizado, el cual plantea serios retos como el incremento de los tipos de interés de las hipotecas, y la competitividad en un mercado cada vez más globalizado. El paro que desgraciadamente va “in crescendo” en nuestro país, es el mayor obstáculo a superar en la próxima legislatura, pues la inmigración ha crecido considerablemente, y por lo tanto somos muchos a la hora de conseguir un empleo digno. Necesitamos un buen gestor, no un político que nos prometa la luna. Recientemente leía en un artículo de El Mundo basado en el ejemplo del último video del PP sobre la chica que se siente engañada por su pareja “político”, que no es otra que Zapatero, y dice que esta vez no le votará porque le ha mentido. Desde luego, el video puede ser duro, pero se ciñe a la realidad. Me fijé que es una muy buena forma de discernir a ambos candidatos, uno es aquel que le promete a la chica la luna, una vida llena de amor, fantasía y sobre todo alegría, a sabiendas que la realidad será bien distinta. El otro, es el que le dice que les espera una vida difícil, con una hipoteca complicada de pagar, con una vida de trabajo y obligaciones, con momentos duros y difíciles, pero que en sus prioridades, está el mantener a esa familia, darle todo lo que esté en su mano, y procurar que no les falte de nada, claro que para ello necesite de su colaboración, la necesita para formar un gran equipo un equipo que desemboque en una familia.
Uno es el pretendiente que va buscando lo que va buscando, y el otro es el que quizás menos guapo, y con una cejas no tan vislumbrantes, no desea pasar el rato sino pasar la vida junto a ella.
Este artículo será el último que escriba antes de las próximas elecciones. Ahora les toca a los españoles reflexionar y decidir no sólo qué candidato, sino qué España quiere legarle a sus hijos y nietos. Cada cual tomará la decisión que para él sea la más acertada, el tiempo nos dirá si habremos acertado o por el contrario nos habremos equivocado. Sea como sea, rememorando las palabras de Winston Churchill; cada estado tiene el gobierno que se merece. Nosotros tendremos el que nos hayamos merecido con nuestros votos.
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