Llega la semana santa y con ella se da el pistoletazo de salida de la temporada turística. Por todos es sabido que el nivel adquisitivo del turista en el municipio ha bajado considerablemente. Aquellos turistas que venían a disfrutar de nuestros campos de golf, que cenaban por las noches en los restaurantes de la ciudad, salían por las noches de copas a nuestros bares y por la mañana se deshacían jugando a su deporte favorito, prácticamente se han extinguido. Posiblemente debido a la gran oferta turística y golfista en otros países de nueva incorporación al mercado como Turquía, y al encarecimiento de los campos de golf en nuestra zona. Y es que el que no se mueve, se recicla y sobre todo innova, no avanza. El turista no sólo de nuestro municipio sino de la Costa del Sol ha cambiado, ahora los turistas que nos visitan, son familias en su mayoría españolas que vienen con sus parejas o hijos si los tienen. No juegan al golf, almuerzan un pollito asado que han comprado y se lo llevan al hotel, y por la noche cenan en el hotel con la gran oferta de Media Pensión que éste les ha ofrecido. Las copas de por la noche son en la habitación del hotel con una botellita comprada en el Opencor más próximo, al más puro estilo botellón juvenil. Algunos pensareis que quizás estoy denigrando a este cliente que al fin y al cabo es del que nos estamos beneficiando ahora, pero no, ni mucho menos, ya en un anterior artículo en este diario “¿TURISTAS DE BOCADILLO? SI, GRACIAS” los defendí por entender que aunque disminuyeran los ingresos de todos, eran los que nos estaban ayudando a mantenernos y en definitiva nos permitían pagar nuestras hipotecas a fin de mes.
Pero veo que ahora, este turista va a ver mermada más aún si cabe su economía personal, la recesión económica es evidente en España aunque el gobierno aún niegue esta evidencia, la cual está a la vista de todos los analistas económicos, donde la construcción y el sector servicios está viendo disminuir sus ingresos y el desempleo comienza a aumentar en unas 40.000 personas al día.
La respuesta del ejecutivo debiera ser la rebaja de impuestos y el ahorro del superávit que aún mantenemos para los tiempos venideros, los cuales se presentan difíciles. De forma que no se agobie tanto fiscalmente al español y el dinero esté como decía el Sr. Pizarro en los bolsillos de los españoles, ya que quien mejor que uno mismo para gestionar su propia economía y mover el capital. Pero no, las iniciativas socialistas de momento son gastarse el Superávit devolviendo a un número de españoles 400€ en el IRPF. Españoles que presentan declaración del IRPF, y por lo tanto tienen unos ingresos superiores y están pagando una hipoteca por regla natural. Pero ¿qué hay de aquellos jubilados que no presentan declaración por no llegar al mínimo? ¿O de aquellas personas que aún trabajando obtienen no mucho más que el salario mínimo, y por lo tanto tampoco realizan la declaración de la renta? No obtendrán nada, con esta iniciativa se devuelve un dinero que el ejecutivo nos ha cobrado de más, puesto que le sobra. Claro que no nos devolverán lo que hayamos pagado todos y cada uno de nosotros, sino que el gobierno socialista decide devolvérselo a quien ellos estiman oportuno. Desde luego no a las clases más necesitadas visto lo visto, aunque impuestos pagamos todos, unos más y otros menos basándonos en nuestros ingresos, por lo tanto, haciendo esta iniciativa discriminatoria, pues da dinero a personas con grandes ingresos que presentan declaración de la renta y discrimina a viudas que tienen unos ingresos mínimos o a los que cobran el salario mínimo y no presentan declaración. Como promesa electoral puede que les haya servido, pero como solución a ayudar al español de a pie a solventar su economía, de poco va a servirnos.
El sector de la construcción ha entrado ya en recesión, comienza a notarse en el sector servicios la disminución de clientes y de los gastos que éstos efectúan en los comercios, alguien que trabaja en La Cañada me decía recientemente que se notaba el bajón generalizado en comparación con otros años. El Turista de Bocadillo, ese que nos ha sustentado estos últimos tres años comienza a estar también en peligro de extinción, después ¿qué vendrá? ¿Comercios cerrados, personas en desempleo? Tengo en mi mente la imagen de la Marbella de principios de los noventa, y no me resulta nada antipatriótico o catastrofista lo que estoy diciendo, si realista. Entre todos está el intentar salvar al turista de bocadillo y esperar tiempos venideros más prósperos que habremos de labrarnos con nuestro trabajo, esfuerzo e innovación. Con el gobierno salido de las urnas el pasado 9 de Marzo, lo tenemos cuanto menos más que difícil, el Gestor económico de principios de los noventa es el mismo que tenemos hoy, el mismo que el año pasado ha vendido parte de las reservas del oro de España argumentando que era un activo poco rentable, vendió oro por valor de 2.500 millones de €, esta semana nos enteramos que el oro vendido habría dado una rentabilidad de 1.500 millones de € de haberlo mantenido este año. La decisión del Sr. Solbes ha sido nefasta para la economía de los españoles, en la empresa privada seguramente habría propiciado la cesión o dimisión del gestor en cuestión, pero en lo público es diferente, en lo público todo vale, porque como decía la ex ministra de cultura Carmen Calvo, “el dinero público no es de nadie”. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces, estoy convencido de que así es. Ahora posiblemente algunos me llamen antipatriota, aunque yo sienta a mi patria correr por las venas de mi cuerpo. Tenemos una situación económica difícil, y un gestor que no para de dar evidencias de su malograda labor, pero al menos, espero que nos aporten alegría, ya que eso fue lo que nos prometieron en su campaña electoral.
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